LA PIEZA CLAVE DE UNA CASA

17 de Septiembre de 2023 Paqui

El salón comedor es la pieza clave y protagonista de la casa, la más vivida. Es el núcleo de reunión de sus habitantes y de los visitantes. Estar, descansar, recibir, comer, convivir… estos parámetros se han de tener siempre en cuenta en el momento de decorar esta parte de nuestro hogar.

Lo primero que debe hacerse es decantarse por un estilo concreto, un estilo que guste a todas las personas que viven en esa casa. Si se contrata a un profesional, este deberá interpretar y coordinar los gustos y las necesidades del cliente con un único y claro objetivo: lograr un conjunto, que sea a la vez estético y práctico para el día a día de la familia.

Un único estilo decorativo

Así pues, en un salón comedor los ambientes que en él conviven (estar-comedor) deben estar separados visualmente pero sin olvidar mantener el mismo estilo. La correcta distribución sería el segundo paso. Para ello lo mejor es jugar con los muebles, escoger muebles básicos a escala sofá, que no sean muy voluminosos ni ocupen mucho espacio, la mesa, mesas auxiliares… e ir variando su situación sobre el plano. A veces, hacer esto trae soluciones que no se visualizan a golpe de ojo.

No hay que olvidar que hay ciertas normas que no nos podemos saltar, como por ejemplo que la cocina y la mesa del comedor estén continuos y que dejemos el máximo espacio posible para la circulación.

Colocar muebles pequeños hace que visualmente la estancia se vea más amplia. También hay que evitar poner muebles altos en zonas cercanas a la entrada de luz natural, ya que esta luz ayudará a que el espacio parezca más grande. Para hacer una separación visual de las zonas, y que los espacios queden bien marcados, un cambio de suelo es la clave para diferenciar ambientes.

En salones luminosos podemos permitirnos multitud de soluciones y colores pero en estancias oscuras acertaremos con el uso de muebles y colores más bien claros. A la hora de comprar muebles, el mueble auxiliar es una buena elección, pues no carga excesivamente el espacio y es bastante atemporal: un bufet con puertas o cajones, una vitrina con hojas acristaladas o un mueble auxiliar para la televisión son los mejores ejemplos.

El color de la pared va íntimamente relacionado con los muebles que escogemos. El beige y toda la gama cromática de los colores naturales son claros y a la vez muy fáciles de combinar con cualquier tipo de muebles, sean oscuros o claros. Además, también permitirán una fácil elección de la tapicería del sofá y los complementos como cojines, mantas, cortinas… Las tendencias más actuales apuntan al uso de los blancos en las paredes: blanco roto, coco y los tonos piedra. Y el uso de colores más llamativos en los complementos.

Otra solución para aprovechar al máximo el espacio es recurrir a los estantes o librerías de obra o pladur, pues sea cual sea el estilo escogido al hacerse a medida harán que aprovechemos mejor el espacio, y como normalmente se pintan del color de la pared quedan perfectamente integrados en el conjunto.

La iluminación para el salón comedor

En iluminación, como en la mayoría de las cosas, la importancia radica en los detalles. En este sentido, el factor de la ‘temperatura’ o ‘color’ juega un papel muy importante. Por norma general, para los rincones de lectura, mesas de trabajo y mesa de comedor, se recomienda el uso de una luz fría (luz más blanca), ya que ayuda a crear espacios más estimulantes e intensos. Por su parte, la luz cálida (con tonos más amarillentos) se usa para crear ambientes de tranquilidad y descanso, y son perfectas para salones, pues es una luz más amable y acogedora.

Si nos decantamos por focos empotrados en el techo, estos deben estar a más de 60 centímetros de la pared y guardar un espacio de 50 centímetros como mínimo. No es necesario colocar muchos, pero sí decidir muy bien la colocación, pues un exceso de focos crea un ambiente frío e impersonal.

Sobre la mesa de comedor, la elección correcta es una lámpara colgante ya que completa un conjunto de comedor armonioso y a la vez crear un contraste bonito. Si la mesa es muy grande, se pueden poner dos o más puntos de luz. Si queremos poner más luz artificial, las lámparas de sobremesa son perfectas para ello. Estas, junto a las lámparas de de pie, son puntos de apoyo y al mismo tiempo un gran elemento decorativo que animan los rincones, además de resaltarlos y crear contrastes. Lámparas clásicas, minimalistas, industriales, retros, recicladas… todas ayudan a personalizar una estancia.

Un sofá para vivirlo toda la familia

En la elección del sofá debemos conseguir que se complementen comodidad, estética y durabilidad. La tapicería en chenilla, pana o piel es una elección acertada para quien acompaña tendencias actuales. Si hay niños en casa, lo mejor es buscar materiales que se puedan limpiar fácilmente. Actualmente, hay muchos materiales en el mercado que son completamente aptos para niños, pues son fáciles de limpiar y tienen una alta durabilidad.

En cuanto a las ventanas, la mejor opción es decantarnos por cortinas vaporosas, que tamizarán la entrada de luz sin acaparar protagonismo. Se llevan los visillos y las cortinas ligeras con tejidos poco tupidos como lino, gasa y tafetán. La mejor opción decorativa son cortinas lisas, de colores neutros y fácilmente combinables con los otros elementos decorativos de la estancia.

Por último, los complementos como marcos, espejos, jarrones y adornos varios darán las pequeñas pinceladas de calidez, renovando y mimando cada rincón. Y, sobre todo, redondean el tan buscado conjunto que, en definitiva, transmite nuestra personalidad y nuestra manera de ser y vivir.