Toda persona física o jurídica que es propietaria de un inmueble en España debe pagar de manera periódica un impuesto que grava la posesión de bienes inmuebles, mejor conocido como IBI. Este impuesto se aplica a propiedades urbanas, rústicas y de características especiales, y su recaudación contribuye al financiamiento de los servicios municipales.
El Impuesto de bienes inmuebles o IBI es gestionado directamente por los ayuntamientos y se basa en la valoración catastral de la propiedad, que determina la base imponible para calcular el impuesto. El cálculo del IBI se realiza multiplicando el valor catastral por el tipo impositivo fijado por el ayuntamiento. Factores como la ubicación, tamaño, uso del inmueble y otras características específicas de la propiedad influirán en la cuantía final del impuesto.
Fórmula general para calcular el IBI:
Importe del IBI = Valor Catastral × Tipo Impositivo
La obligación de pagar el IBI recae sobre el titular de la propiedad. El impuesto entra en vigor el 1 de enero de cada año, por lo tanto el responsable de abonar este tributo es quien figure como propietario del inmueble a día 1 de enero.
Si el inmueble está en alquiler, suele surgir la duda de si el pago del IBI puede repercutir al inquilino. Existen dos condiciones para que el arrendatario sea el encargado de abonar el impuesto: El arrendatario y el arrendador deben llegar a un acuerdo y lo deben plasmar por escrito.
Según el artículo 20.1 de la Ley de Arrendamientos Urbanos, si el propietario tiene la vivienda alquilada, las partes pueden pactar que los tributos (entre los que se encuentra el impuesto de bienes inmuebles o IBI), sean abonados por el inquilino. En este caso, el arrendador y arrendatario pueden optar por un pago del impuesto a partes iguales o cualquier otro porcentaje, pero dicho acuerdo siempre debe especificarse con claridad y por escrito en el contrato de arrendamiento.
Como mencionamos anteriormente, el responsable de pagar el IBI será quien a día 1 de enero sea el propietario del inmueble. Por lo tanto, en una compraventa, el impuesto deberá ser abonado por la persona que sea propietaria de la vivienda el 1 de enero. Es decir, si se vende un inmueble el mes de junio, ese año el IBI deberá ser pagado por el vendedor, pues es el propietario a 1 de enero.
Sin embargo, es posible pactar entre las partes que tanto el comprador como el vendedor asuman el pago del IBI proporcional al tiempo que disfrutan de la vivienda. La ley permite que el vendedor del inmueble pueda repercutir a la parte compradora el importe proporcional al tiempo que este haya sido titular de la propiedad durante el año. Para que se entienda mejor, vamos a poner un ejemplo: Si se efectúa la compra de una vivienda el mes de junio de 2023, el comprador podría pagar el 50% del IBI del 2023, que corresponde a los seis meses que va a ser propietario del inmueble durante ese año.
Cabe destacar que el acuerdo debe ser pactado en el contrato de compraventa donde se especifique quién paga el IBI y en qué proporción. De esta podrás evitar posibles conflictos o reclamaciones posteriores.
El monto exacto que se paga de Impuesto sobre Bienes Inmuebles depende de diversos factores que varían dependiendo del valor catastral del inmueble y del tipo impositivo que fija cada ayuntamiento. Para conocer el importe exacto del IBI que debes abonar, necesitas revisar el recibo emitido por el ayuntamiento correspondiente.
Si eres el comprador de la vivienda y has pactado con el vendedor asumir el pago del IBI proporcional al tiempo que eres titular del inmueble, debes comprobar que el vendedor está al corriente del pago del IBI de los años anteriores, pues si hay alguna deuda, el ayuntamiento te podría exigir ese pago. Adicionalmente, es recomendable que consultes con el antiguo propietario el último recibo del impuesto para conocer el importe a pagar.
El pago del Impuesto sobre los Bienes Inmuebles se realiza anualmente, aunque la fecha exacta puede variar según la provincia, debido a que cada ayuntamiento tiene la libertad de establecer las fechas para abonar el tributo.
Por lo general, el IBI suele abonarse a través de domiciliación bancaria y de forma fraccionada. Los ayuntamientos ofrecen diversas formas de pago para facilitar a los contribuyentes cumplir con sus obligaciones fiscales. A continuación mencionamos las formas de pago más comunes:
Presencialmente en las oficinas del ayuntamiento y con cita previa.
A través del teléfono del ayuntamiento.
Mediante la sede electrónica del ayuntamiento.
Aunque la mayoría de los bienes inmuebles están sujetos al IBI, existen algunas excepciones. Están exentos del pago del impuesto sobre bienes inmuebles aquellos edificios que son propiedad del Estado, de las comunidades autónomas o de las entidades locales y que están directamente vinculados a la seguridad ciudadana y a los servicios educativos o de salud.
Por lo tanto, no están sujetos al IBI los inmuebles públicos como los hospitales o centros de salud públicos, los colegios públicos, las bibliotecas, los cuarteles y las comisarías. Así como los inmuebles catalogados como Bienes de Interés Cultural, como monumentos históricos y edificios con valor patrimonial, siempre que cumplan con todas las condiciones.
Por supuesto, tampoco tributan las carreteras, los caminos, las demás vías terrestres y los bienes del dominio público marítimo- terrestre e hidráulico, siempre que sean de aprovechamiento público y gratuito. Cabe resaltar que no podrán disfrutar de esta exención de impuestos aquellos inmuebles que siendo de titularidad pública y cumpliendo una función de servicio público sean cedidos a terceros mediante contraprestación.
Otros inmuebles como los edificios destinados a fines religiosos y propiedad de entidades religiosas como las iglesias católicas, las mezquitas, las sinagogas o los edificios de asociaciones como Cruz Roja pueden beneficiarse de exenciones en el pago del IBI.
El impago del IBI puede ocasionar sanciones tributarias o intereses de demora. Los ayuntamientos suelen imponer recargos de hasta un 20% por mora e intereses adicionales por cada día de retraso en el pago. Además, en casos extremos, la falta de pago puede dar lugar a embargos sobre la propiedad. Por ello, es fundamental pagar tanto el IBI como el resto de impuestos dentro del plazo establecido.